FENÓMENO REVOLUCIONARIO:
Este tipo de fenómeno se caracteriza por provocar un cambio directo, inminente y radical en el entorno que le rodea. En el ámbito artístico, se relacionan en múltiples ocasiones con los inicios de nuevos movimientos o cambios de paradigma, pongamos como ejemplo el nacimiento de vanguardias de cualquier tipo y sus correspondientes manifiestos. También se relacionan con actos o creaciones nuevas que en un principio causan reacciones muy negativas, como el rechazo, pero que con el tiempo se vuelven necesarias para el desarrollo posterior de nuevas ideas. Un buen ejemplo de esto serían los objetos “ready-made” y su imposición como nuevo paradigma en el arte, que llevó a pensar acerca de los objetos que se consideran arte como tal y los que no lo eran, cuestionando así los juicios de valor de las principales instituciones, que decidían cuáles eran los cánones aceptables para realizar una exposición museística.
Los fenómenos revolucionarios en el arte están normalmente ligados a fenómenos políticos y sociales, ya que normalmente llevan consigo una afirmación o estandarte que desea cambiar un aspecto hasta el momento hegemónico. Pongamos como ejemplo el impulso del feminismo a finales del siglo XX, que lleva a una revisión de la historia del arte en sí y la inclusión de artistas y demás agentes femeninos en el ámbito artístico. Hasta el momento, el papel de la mujer era limitado y apenas se encontraban registros de referentes femeninos en la historia; esto empieza a cambiar y se descubre que la mujer ha tenido papeles muy relevantes, mucho más allá de ser simple musa o ayudante.
En el arte postmoderno -en especial el conceptual- los fenómenos revolucionarios se convierten en algo habitual, ya que la máxima de este tipo de obras es transmitir un mensaje más allá de la obra, es decir, que te haga pensar y desarrollar conclusiones propias. Una gran cantidad de artistas actuales intentan, por encima de todo, causar un impacto en el espectador que incite a reflexionar acerca de los actos que lleva a cabo la sociedad. Un buen ejemplo sería la artista Núria Güell (www.nuriaguell.com) , cuya obra se centra en el cambio político y social de su entorno directo llevando a cabo acciones transgresoras e, incluso, mal vistas por un sector poblacional -pongamos como ejemplo la obra “Ayuda Humanitaria”, en la que se casaba con un Cubano para darle los papeles-.